Acidos Grasos: omega 6 (Ω-6) y omega 3 (Ω-3)

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Acidos Grasos Omega

Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos poliinsaturados esenciales, que el cuerpo humano no puede elaborar a partir de otras sustancias y que, por lo tanto, ha de ingerir a través de la dieta, ya que son necesarios para que se desarrollen correctamente funciones básicas del organismo como el metabolismo lipídico, la coagulación y presión sanguíneas, o la regulación de los procesos inflamatorios. También contribuyen al buen funcionamiento del cerebro, el sistema inmune y el sistema nervioso. Los principales ácidos grasos omega 3 son el ácido linolénico (de cadena corta), el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA), ambos de cadena larga. Aunque el ácido linolénico es imprescindible para el organismo, los EPA y los DHA tienen la capacidad de prevenir o contrarrestar las consecuencias de ciertas enfermedades, como las de tipo cardiovascular. Por este motivo, aquellos alimentos que han sido enriquecidos con omega 3 deben contener EPA y DHA y no solo ácido linolénico. Omega 3 y omega 6 Los omega 6 son derivados del ácido linoleico y también son necesarios para el organismo, pero su consumo excesivo está relacionado con la aparición de procesos inflamatorios y arteriosclerosos. Es muy importante que exista una correcta relación en la proporción en que se ingieren los ácidos grasos omega 3 y omega 6. La proporción ideal es la que contienen las semillas de cáñamo, tres partes de omega 6 y una parte de omega 3 (3/1), aunque las proporciones 4/1 y 5/1 también son beneficiosas para la salud. Algunos estudios nutricionales han descubierto que las dietas occidentales, y especialmente la estadounidense, pueden llegar a tener proporciones 10/1 e, incluso, 30/1, lo que incide negativamente sobre la salud. La falta de aporte de ácidos grasos omega 3 puede provocar un desequilibrio entre ambos (omega 3 y omega 6) y, para corregirlo, es preciso incrementar el consumo de alimentos que contengan mayor cantidad de omega 3 frente a omega 6, tomar suplementos de omega 3 (cuando no pueda obtenerse a través de una dieta adecuada) y disminuir, además, el consumo de aquellos alimentos con una cantidad excesiva de omega 6.

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